Existen dos tipos de motivación:

  • La motivación interna, aquella que se refiere a un estímulo que parte desde adentro para realizar una tarea por la misma satisfacción de hacerla, por la conquista que implica y por el resultado obtenido o el disfrute del proceso. Esto supone la confianza en el impulso vital de cada persona, en su iniciativa y deseo de aportar y de realizarse. En este caso, el rol del mando, líder o coordinador sería crear entornos que favorezcan esa conexión interna y la ejecución de las actividades espontáneas que surgen de la persona.
  • Existe una motivación que es externa, es decir, viene desde fuera y busca incentivar un comportamiento o acción mediante refuerzos positivos. Esta motivación se ejerce desde el mando y, también desde los propios compañeros al recibir imputs efectivos y afectivos. La premisa de este tipo de motivación es que las personas, en general, necesitamos también estímulos externos para realizar toda actividad, siendo el rol del mando, líder o coordinador mantener esa dinámica constantemente activa.

Y, no es fácil!

Para ello ha de tener en cuenta una serie de aspectos a practicar:

  • Dar importancia a cada trabajo. Todos son necesarios.
  • Alentar la participación. Genera aporte de ideas e interés por aportar.
  • Reforzar conductas positivas, supervisar-feedback.
  • Mejor un juicio negativo que ninguno. Causa predisposición de mejora.
  • Valorar consecuencias conjuntamente. Análisis de situación y estrategia.
  • Crear espíritu de equipo. Origina interdependencia y empatía.
  • Motivar con elogios. Refuerza sentimiento de autoestima.
  • Preguntar (al preguntar, cuento con tu opinión).
  • Escuchar de forma activa.
  • Dejar dar opiniones (toda idea ha de ser valorada).
  • Transmitir confianza desde la capacidad de comprensión (siempre desde la
    bidireccionalidad).
  • Observar de cerca (aporta conocimiento de la persona).
  • Celebrar los éxitos.

Aunque con todo ello, …no basta.

Antes de poner en práctica estos recomendables aspectos hay que invertir tiempo en conocer a cada persona del equipo a nivel de capacidades y actitud. Cada personas es única y presenta motivaciones diferentes en función de su edad, formación, experiencias y percepciones.

Recordemos que un mando o líder, tiene que coordinar competencias, además de actitudes, y debe disponer de conocimientos en psicología.

Mantener un clima laboral positivo ayuda la consecución de las tareas y los objetivos. Observar la interrelación de los miembros de los equipos y departamentos. Actuar para mejorarla.

La confianza es fundamental y la antesala es la capacidad de comprensión. Esta debe ser bidireccional. Y no surge de la noche a la mañana. Ha de “trabajarse”, ya que a mejor relación, mejor comunicación.

Otro aspecto importante es la persuasión. La Persuasión está ligada a la Empatía puesto que no es posible influir en los demás sin “comprender” su punto de vista y sus deseos.

El liderazgo es básico para conseguir la cohesión y la motivación entre los miembros del equipo. También es necesaria la accesibilidad del mando/coordinador.

Hay que subrayar que “se manda sobre las acciones pero no sobre los sentimientos”. Y la motivación es una emoción que se transforma en sentimiento.

Para este artículo y mejor comprensión del mismo, he creído oportuno elegir una escena de la película “El coleccionista de huesos”, en dónde observamos, en una primera etapa, la dificultad de motivación de una profesional (Angelina Jolie) que presenta un perfil competente aunque sin la motivación ante el reto que le presentan. Su actitud cerrada y su estado de ánimo, sorprende a los que la requieren por su negativa a la proposición. El superior (Denzel Washington) quien en un primer contacto, demuestra interés por ella aunque transmitiendo frialdad sin obtener estímulos positivos. Ha intentado elogiarla y atraerla subrayando sus competencias sin resultados.

En una segunda parte, después de una tarea encomendada, y teniendo “información” del expediente de la profesional, Denzel cambia su percepción y ambos dos bajan su nivel racional y debaten, gracias a un diálogo emocional sobre aspectos íntimos, basados en la experiencia, consiguiendo deshacer la barrera psicológica de Angelina desde la empatía y la capacidad de comprensión mutua alcanzando un primer nivel de confianza para acometer nuevos objetivos. Es interesante escuchar, analizar y diferenciar el cambio de tono (comunicación para-verbal) entre las dos escenas siendo más afectivo y cómplice en la segunda. Y, como dice mi amiga Martha, “un pequeño cambio, produce un gran resultado”.

!Gracias por vuestro apoyo y seguimiento!

*Dedicado a:

  • Pilar Conesa de Disitalent Responsable de Desarrollo de Negocio en Disitalent
  • Dra. Paloma Fuentes Gonzalez, Gerente de Felicidad de Mi Vida

Javier Gay de Liébana

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