Últimamente he leído algunos post referentes al denominado sentido de pertenencia. Si observamos las definiciones y el concepto, entre otras, encontramos: “El sentido de pertenencia o sentimiento de pertenencia es la identificación subjetiva que un individuo experimenta respecto a un grupo, una organización o una comunidad, en donde se siente cómodo, bienvenido y/o aceptado, es decir, en donde siente que pertenece”.

Respecto a las palabras que incluye la definición, subrayaría la “identificación subjetiva”, los adjetivos “cómodo, bienvenido y aceptado” y “pertenencia”. Esta última palabra me produce una cierta dicotomía. Por una parte, la definición “circunstancia de formar parte de un conjunto o grupo” y por otra “circunstancia de ser algo propiedad de una persona”. Desde mi punto de vista, la segunda me produce cierta desazón, al sentir una pérdida de cierta intimidad.

Muchas empresas se preguntan como conseguir este sentimiento con el objetivo de crear una simbiosis cognitiva de la empresa con sus empleados/colaboradores.

Actualmente, el sentido de pertenencia y arraigo fiel y duradero a instituciones sociales como las empresas, partidos políticos, instituciones religiosas, asociaciones voluntarias, entre otras, pierde solidez (Putnam, 2003): no es que las personas hayan decidido no participar más, sino que deciden hacerlo cuando sienten que quieren estar; cuando consideran que su adhesión aporta a ambos sensaciones y compensaciones positivas.

Estas connotaciones, las asocio al momento actual, al mundo que Zygmud Bauman denomina mundo líquido por vivir en un escenario tan volátil, inseguro e incierto. Como se desprende del análisis de Bauman, las personas se reúnen ahora en torno a comunidades frágiles, de vínculos débiles, pasajeros, de encuentros superficiales y transitorios, de emociones compartidas, cambiantes y momentáneas. Motivo por el cual, esta inmediatez evita el análisis y la reflexión. Considero que contribuye a generar más curiosidad por el concepto de “metaverso” del que ya hablaré en otro artículo.

Dado este escenario, la comunicación no puede dar la espalda a este contexto, si no al contrario, debe incorporarse. Me causa una gran tristeza el trato indiferente que damos a a la comunicación. Debemos mejorarla, ampliando nuestro vocabulario, aprendiendo palabras de impacto positivo, asumiendo sus diferentes lenguajes, los distintos estilos, y un largo etcétera.

Hay varios aspectos asociados al sentido de pertenencia que deseo compartir:

1.-Pirámide de Maslow: Recordemos que la tercera necesidad del ser humano, como ente social y gregario, es la pertenencia al grupo, la aceptación social. Desea y necesita identificarse y compartir las aficiones de un grupo social y quiere que este grupo lo acepte como miembro. Es importante preguntarse que me aportará mi incorporación al grupo y/o equipo y con el tiempo, valorar posibles limitaciones como respeto a la intimidad.

2.-Plan de acogida, de “bienvenida”: Sentirse bienvenido ayuda psicológicamente a la adaptación y genera una imagen de empresa afable y acogedora. Eso sí, sin agobiar y dando espacio físico y mental. La lástima es que, en muchos ocasiones, el plan se termina casi sin haber empezado.

3.-Terreno de juego: Las empresas publicitan su “misión, visión y valores”. En multitud de ocasiones, cuando pregunto a empleados de cualquier empresa respecto a los valores, en poquísimas ocasiones me regalan una respuesta. Los valores sirven para delimitar el terreno y las reglas de juego. No hacen falta 12 o 15 valores (como ya me ha ocurrido en alguna empresa) si no, de 3, 4 o 5 muy claros, basados en aspecto éticos y fáciles de recordar. Menos es más. Y nunca bajar la guardia respecto a ellos y, no digamos, contradecirlos.

4.-Ejemplaridad: Según Albert Schweitzer, “el ejemplo no es sólo el factor que más influye en los demás, sino que es el único que lo hace”…Los directivos y mandos deben ser conscientes de su importancia tanto en su faceta de “referentes” como catalizadores de la integración. El liderazgo, la coordinación no es un cargo, es una responsabilidad que abarca diferentes aspectos psicológicos necesarios.

5.-Comunicación: Los mandos deben ser conscientes de la importancia de la comunicación a la hora de informar, comunicar y/o transmitir. Por un lado, asumir la consideración de predisponer al equipo de forma convincente y argumentada subrayando sus competencias en cualquier reto o estrategia de empresa. Por otro, Invertir tiempo en las personas del equipo para conocerlas tanto a nivel de conocimientos, destrezas, habilidades como a nivel de actitudes y motivaciones. En demasiadas ocasiones se presupone su valía sin realmente explicar y predisponer a la persona sobre qué se espera de ella y cómo sus competencias sumarán en los objetivos del equipo y la empresa.

Muy importante, mantener la comunicación descendente de forma periódica con el equipo para exponer los objetivos, y la ascendente para recibir información de las incidencias, las inquietudes y el feedback de los mismos, así como detectar e incrementar el nivel de motivación y compromiso y estados de ánimo. En momentos difíciles hay que esmerar e incrementar la comunicación evitando la famosa venenosa rumorología. La confianza es un aspecto principal para despertar el sentido de pertenencia y la antesala de la confianza es la capacidad de comprensión por parte de los mandos y entre los miembros del equipo. Los colaboradores que se sienten escuchados en las empresas, siempre reflejan una actitud positiva y se consigue la complicidad entre todos.

6-Trabajo en equipo.-Recordar que una persona no puede ser el equipo, pero una persona sí puede deshacerlo. Anticiparse para evitar comportamientos tóxicos y mantener la cohesión. Finalmente, el sentido de pertenencia, como tal, es un emoción, un sentimiento que fluye y no puede imponerse por que se convierte en “sectarismo” como observaréis en la escena de vídeo que acompaña este artículo, extracto de la película “El círculo”. Por medio de numerosas redes sociales, y sin casi darnos cuenta, hemos regalado nuestra intimidad perdiendo su esencia y viéndose invadida.

Un fuerte abrazo y gracias por vuestro seguimiento, likes y apoyo!

*Dedicado a Magdalena Pizzaferri, Head Hunter y Ana Anido, de Contenido de NTT DATA Europe & LATAM

Javier Gay de Liébana

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